Lo de SURFIN' BICHOS, más que un concierto, fue una experiencia
místico-religiosa. En el segundo tema todo el mundo estaba ya saltando,
y cuando Fernando gritaba "Hey Lázaro!", la masa respondía
fervorosa "es un mílagro que puedas andaaaar" a pleno
pulmón. La banda se mostró enérgica y tocando sobre todo
temas de "Hermanos carnales", llenos de fábulas de crucifixión,
metamorfosis, redención sanguinolenta y metáforas
orgánicas, trazos electrizantes y desquiciados con la fuerza de su
directo. A mitad de su set sacaron un teclado y atacaron el "Jesucristo"
(Big Star) y el "Cuanto más duro vengan" (Jimmy Cliff), que es lo
más compacto de su "Family Album I" junto a la versión de Leonard
Cohen. Para la recta final dejaron la artillería de "Fuerte",
"Efervescente" y "¿En qué clase de animal me estoy convirtiendo? ".
La concesión nostálgica no fue el "Gente abollada", sino un bis
con "El crujido del cangrejo" que dejó a un Revólver repleto con
ganas de más noches así. Uno de los fans reunidos, en un arrebato
de pasión, puso punto final con un grito: "Fernando, ¡eres un
apóstol!".--
Víctor Malsonando