texto original por:
Juan Vitoria
correcciones y transcripción:
Ignacio Martínez
Cada uno de sus discos, especialmente su primera
etapa, oferta un sudario de desavenencias con la
sociedad. arropados por canciones compactas donde el
piano, el saxo y las escobillas de la batería
juegan un buen papel como parte del telón que
abre una serie de aventuras entre lo trágico y
absurdo de nuestro tiempo con tonos jazzisticos y
bluesy.
El, en cambio, se confiesa participe del rock
contemporáneo, lo que no es del todo falso,
teniendo en cuenta los numerosos guiños al doo-
wop, al pop y al rock'n'roll más
clásico que percibimos en sus creaciones. Pero
me molesta esa gente que últimamente acoge a
Waits como uno de sus héroes, estoy convencido
que desprecia profundamente al yuppie disfrazado de
intelectual de diseño que tanto consume sus
discos en España, así pues es imposible
que un público tan tonto pueda deleitarse con
esta rara avis de Sinatra de la inmundicia que puede
hacer swing, apoyarse en orquestaciones Broadway
("Somewhere" un homenaje a "West Side Storie", y
"Kentacky Avenue"), elucubrar términos
vanguardistas con hipnotismo incluido ("Red shoes by
the Drugstore"), esbozar algo de ragtime en "Cristmas
card from a Hooker in Minneapolis" (que título:
"Felicitación Navideña de una puta de
Minneapolis"), localizar puntos del Blues
sureño en "$29.00", frivolizar con pleno R&B en
"Whistlin Past the Graveyard", erosionar con su
tenebrosa voz ebria
en "Blue Vallentine" o maravillarnos con un
baúl lleno de rarezas de fácil
combustión entre las que se encuentran "A Sweet
Little Bullet From A Pretty Blue Gun" y la etilizada
"Romeo Is Bleeding", mi favorita de este LP. Lo
sorprendente es que, después de todo Tom Waits
no inventa nada, ni falta que le hace; su extravagante
concepción cóctel de Jazz, Rock, Blues y
mil cosas más, destaca ante el aburrido elenco
de vanalidades identificadas con dichas
terminologías.